Castillo de Zvíkov
El rey de los castillos checos se encuentra en la confluencia de los ríos Otava y Vltava.
El castillo de Zvíkov es una de las construcciones más destacadas de la arquitectura secular medieval checa. Su historia, desde los inicios, está relacionada con la familia real de los Přemyslidas. El primer paso hacia la fundación del castillo lo dio, probablemente, el rey Přemysl Otakar I, que adquirió un promontorio rocoso sobre el que se levantó posteriormente el castillo. La construcción principal del llamado palacio real y las fortificaciones comenzó en Zvíkov bajo el reinado del rey Přemysl Otakar II. A lo largo de los siglos, el castillo fue sede de numerosas familias aristocráticas pudientes, desde los Přemyslidas, Rožmberk, Švamberk y Eggenberg hasta los Schwarzenberg, que ayudaron a salvar el castillo del deterioro gradual. La reconstrucción del castillo se completó a finales de los siglos XIX y XX, y Zvíkov se convirtió en una impresionante joya arquitectónica.
Hoy en día es posible explorar el castillo en un recorrido turístico sin guía. En la planta baja se halla una exposición dedicada a los hallazgos arqueológicos locales y también a las bodegas. En el primer piso se sitúan unas salas bien conservadas donde se pueden admirar frescos renacentistas, muebles históricos y también una maqueta de un castillo.
En la parte noroeste del palacio, en el lugar donde antiguamente estaban las habitaciones reales, se encuentran terrazas desde las que se contempla la confluencia de los ríos Moldava y Otava. También se puede subir a la torre Hlízová věž, que ofrece unas bonitas vistas, y visitar la capilla del castillo, del siglo XIII y con pinturas murales. Una última curiosidad: en las bodegas del castillo hibernan cada año hasta 8 especies de murciélagos.