Torre de agua y galería de arte budista

La Galería de la Torre de Agua en Třeboň alberga una colección única de arte budista de Mongolia, ahora accesible al público. La colección fue creada por Milan Klečka, un nativo de Třeboň, quien trabajó en Mongolia durante varias décadas. Esta colección se encuentra en la torre de agua restaurada, que es en sí misma una joya arquitectónica. Desde 2017, parte de esta colección pertenece al Museo Nacional – Museo Náprstek de Culturas Asiáticas, Africanas y Americanas. La galería es gestionada por la ciudad de Třeboň.

La torre de agua Na Kopečku fue construida en 1909 en el estilo del modernismo geométrico, basada en un diseño del destacado arquitecto checo Prof. Jan Kotěra. Formaba parte de un nuevo sistema de suministro de agua y abasteció a la ciudad de agua potable hasta finales de la década de 1960. Desde 1988, el edificio es un monumento protegido. La torre, que estaba en desuso, fue alquilada por Milan Klečka en 2005. Durante los siguientes ocho años, el edificio fue renovado y se crearon espacios para su colección, que reunió en Mongolia en las décadas de 1970 y 1980 mientras trabajaba como geólogo.

En 2017, una parte de la colección, un total de 39 pinturas, fue adquirida por el Museo Nacional – Museo Náprstek, que ya posee extensas colecciones de arte y artesanía del budismo tibetano. Estas colecciones fueron reunidas por expertos checoslovacos activos en Mongolia desde la década de 1960. La colección de Klečka complementa esta fascinante labor de recopilación. Las colecciones son interesantes tanto desde el punto de vista artístico como etnográfico, ya que documentan Mongolia en una época en la que era difícilmente accesible para los investigadores occidentales. Las pinturas religiosas y los textiles de templo de la colección de Klečka son únicos y no están representados ni en las colecciones del Museo Náprstek ni en otras colecciones de museos de Europa Central.

La Galería de Arte Budista en Třeboň Na Kopečku fue abierta al público en mayo de 2018. La ciudad de Třeboň colabora con el Museo Nacional en Praga para gestionar la torre.