De Bohumilice a la colina de Mářský vrch
La historia del poblado de Bohumilice se remonta varios siglos atrás; de hecho, las primeras menciones son del siglo X.
La historia del poblado de Bohumilice se remonta varios siglos atrás; de hecho, las primeras menciones son del siglo X. En el siglo XVI se construyó en este lugar la fortaleza Skalice, convertida en palacio renacentista después de la Guerra de los Treinta Años. En 1923, el dueño de una fábrica praguense, Ferdinand Holoubek, adquirió el palacio pero lo tuvo que entregar al estado en 1950. Más tarde fue utilizado por una corporativa agrícola estatal hasta el año 1996, cuando fue devuelto de nuevo a los Holoubek. Esta familia trató de restaurar el palacio y devolverle su aspecto original.
Actualmente, en el picadero del palacio existe un centro de hípica. En dicho complejo de hípica incluso hay apartamentos, una sala de conferencias, con un aforo para 50 personas, y, en proceso, una exposición de razas originales de ganado.
Junto al palacio encontramos un tilo de 300 años y la Capilla de San Juan Nepomuceno. La visita más interesante del pueblo es una iglesia construida después del año 1200, que originalmente fue consagrada a San Martín, y más tarde a la Santísima Trinidad y Santa Bárbara. Como curiosidad también hay que señalar que esta población la hizo famosa un meteorito que se encontró en 1829 en un campo de cultivo mientras se araba la tierra. El peso de todos los fragmentos encontrados fue de casi 60 kilogramos. Algunos de estos restos se encuentran en museos de ciencia de todo el mundo (de Viena, Berlín, Chicago, etc.) El fragmento más grande, de 37 kg, se expone en el Museo Nacional de Praga.
Desde Bohumilice ascendemos, siguiendo la señal turística azul, hasta la localidad de Smrčná, donde podemos ver restos de un patio, del que ya existen referencias en el año 1381. También es interesante un antiguo granero de tres plantas que se cree que formaba parte de un monasterio templario. Existe una leyenda sobre el dueño del palacio de Smrčná que cuenta que no valoraba el pan y que fue castigado convirtiendo en piedra todo lo que mordía, lógicamente murió de hambre.
En la localidad de Štítkov giramos a la izquierda y seguimos la señal turística azul hasta la colina Mářský vrch. Originalmente, en Lysá skála sólo existía un mar rocoso de cantos rodados. Hoy día encontramos un mirador y la Capilla de San Wenceslao, a la que se llega a través de un Vía Crucis. Desde ese punto, bajamos la colina Mářský vrch por la señal turística roja hasta el cruce Pod Hůrkou, después seguimos en dirección a Bošice y de vuelta a Bohumilice por una arboleda de tilos.